El Value Stream Mapping (VSM) es una técnica lean para visualizar y describir, mediante un lenguaje estandarizado y con iconos específicos, las actividades de un proceso y su lógica de funcionamiento. Consta de tres elementos clave: el flujo operativo, el flujo de información y la cronología.
El flujo operativo representa el recorrido de los materiales, desde las materias primas hasta el producto terminado, incluyendo proveedores, clientes, existencias y operaciones realizadas. El flujo de información, por su parte, muestra cómo se transmite y procesa la información -física o electrónica- dentro del proceso.
La línea de tiempo ofrece una visión temporal de las actividades, destacando los tiempos de ciclo, las esperas y los cuellos de botella. Gracias a ella, es posible distinguir el tiempo real de procesamiento del tiempo de espera, determinando así el plazo de ejecución y elíndice de flujo del proceso analizado.
El VSM es una herramienta esencial tanto para el análisis de procesos como para su rediseño, ya que permite
La técnica se aplica en los siguientes pasos
Se parte del análisis de la realidad de la empresa mediante la tecnología de grupos, que permite clasificar las familias de productos y los macroprocesos asociados. A continuación, se definen los limis del análisis, decidiendo si se considera toda la cadena de suministro o se limita al flujo interno de la empresa (inicio a fin).
Una vez definidos los límites del mapeo, se procede a la representación del estado actual del proceso(mapa de estado actual). Esta fase implica
Durante esta fase también surgen los residuos (muda), representados mediante simbología específica. A continuación, los residuos identificados se evalúan con el análisis muda, que ayuda a rastrearlos hasta sus causas raíz. Este paso es crucial porque permite identificar las ineficiencias sistémicas y tomar medidas específicas para eliminarlas o reducirlas.
La información obtenida del mapa del estado actual y del análisis muda sirve de base para diseñar el mapa del estado futuro, es decir, la visión optimizada del proceso. Generalmente, se desarrollan varios escenarios, incluyendo algunas soluciones blue sky (teóricamente ideales pero difíciles de realizar), útiles como referencia para la mejora continua.
La fase final consiste en traducir las soluciones identificadas en un plan de acción concreto, que incluye
El objetivo es transformar la visión del mapa del estado futuro en una realidad operativa, garantizando así un flujo más eficiente y libre de residuos.
Encontrará casos prácticos de aplicación de la técnica en nuestras Case History.